“La cata de los destilados es importante para la creación de
nuevos cócteles y macerados”, precisa Giancarlo Nazario, mixólogo del
restaurante H.
El mundo del alcohol y sus bebidas espirituosas es muy
amplio. Últimamente la inquietud y curiosidad han hecho experimentar en nuevas
bebidas muy diferentes a la cerveza y el vino, pero no por ello pierdo el gusto
por ellos. Es fascinante imaginar y hasta paladear las bebidas incluso antes de
prepararlas, así como con la cerveza tengo el gusto de definir el perfil y
sabor que cada una tendrá, con los licores macerados pasa lo mismo.
Me he dado cuenta de que hay gran variedad de ellos en
internet, muchos productos en el mercado local de donde vivo, pero de verdad hacerse
la pregunta a uno mismo. ¿Cuántos de ellos son realmente de calidad?
Y es que pasa que en la región de puebla hay mucho de estos
productos y son realmente muy básicos y/o de baja calidad por lo que es
necesario probar y si es posible solicitar alguna degustación para poder
comparar y así adquirir el de nuestra preferencia.
Toda esta problemática me motivo a desarrollar los propios; que
aunque han sido pocos, al igual que con la cerveza desde el momento de idearlos
me los he ido saboreando de alguna forma. Y algo muy curioso que siempre me ha
pasado adentrándome en el desarrollo de una nueva bebida me da la oportunidad
de conocer un nuevo panorama nuevas culturas y tradiciones.
Personalmente los licores que elaboro para su comercialización
son a base de aguardiente de agave, este aguardiente corriente si pasa a mayor
reposo y añejamiento especializado pasaría a ser el famoso mezcal. Lo básico en
conocer este destilado radica en conocer sus sabores y olores para luego
combinarlos con productos que tengan características similares y así poder
aprovecharlas al máximo.
Se usa ese aguardiente por ser de los alcoholes mas nobles
tanto en aromas como en sabor por lo que es perfecto para la extracción de todas
las esencias, sabores y colores sin olvidarnos de todas las propiedades de cada
ingrediente como la menta, anís estrella, pasas, naranja, o las 14 hierbas
(para el licor de hierbas).
Cada licor se prepara con ingredientes frescos, dejándose
macerar (reposar en alcohol) de entre 21 a 30 días dependiendo el perfil que
desee en cada licor, posteriormente pasado este tiempo solo se filtra con un
paño de manta para evitar solidos tanto de hierbas o especias, haciendo de este
un filtrado artesanal y no mas procesado con el fin de no añadir productos químicos.
Se prepara un jarabe compuesto de agua, azúcar y un toque de
miel de abeja para poder dar el dulzor deseado, pero este paso es importante también
por que se puede jugar con ello para que el licor tenga cierta textura y
espesor deseado.
Se junta el macerado y el jarabe equilibrando su grado alcohólico,
consecutivamente se podrá envasar y dejar reposar un par de días mas para que
los aromas y sabores se estabilicen dentro de la botella y este en un punto
perfecto para su consumo. Aunque sencillos los pasos es un arte el transmutar
toda la imagen una planta, grano o fruta en un liquido digno de un dios.
Todos estos licores llenos de historia tanto como de cruce
de culturas especialmente europeas como mexicanas hacen cada botella única y
especial. Siempre inspirándome en las experiencias que deseo brindar y
compartir con ustedes.
Eryjamez


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