La cerveza en la Edad Media

Aunque para muchos el medievo significa época de oscurantismo y somnolencia social, para la caída del imperio romano y el comienzo en esta etapa donde se nos viene a la mente la construcción de grandes castillos, fortalezas, el surgimiento de caballeros, relatos de épicos y doncellas, es una época muy apasionante porque dejando de lado todo lo anterior es una etapa en la cual la elaboración de la cerveza se perfecciona en los monasterios del viejo continente.

Existen varias especulaciones sobre el camino seguido por la cerveza. En la zona norte de Europa tomó fuerza la cerveza como reemplazo del vino; razón por la que se popularizó gracias a su contenido calórico y a que era una opción menos insalubre que el agua natural de aquella época; razones por la que esta bebida era muy popular en la Península Ibérica, unos dicen que los romanos fueron los encargados de llevarla hasta ese territorio y que de ahí pasó después a Galia, otros dicen que fueron los celtas, y más tarde los germanos. Por lo que hay que hacer unas observaciones importantes como:

1. El clima frío, las heladas y los cultivos de vid eran dañados por lo que se prefería cultivar cebada y cereales en la zona norte de Europa, estos cultivos son eran más resistentes al frío en esas zonas.
2. Los países cerveceros de siempre han sido las Islas Británicas, Bélgica, Alemania y hasta Escandinavia.
3. La división entre la Europa cervecera y la Europa vinícola coincide aproximadamente con la frontera lingüística entre los latinos y los germanos/celtas, aunque no se pueden olvidar la larga historia y las influencias mutuas que han tenido lugar a través de las guerras y el comercio.

La cerveza en el medievo ya empezaba a utilizar el trigo además de la cebada para producir sus maltas. Incluso había un tipo de cerveza más barata fabricada con avena. Recordemos que en la Edad Media se tomaba únicamente cerveza tipo Ale pues la cerveza de fermentación lager se desarrolló hasta finales del siglo XVIII junto con la revolución industrial.

Fue en esta época de la edad media que se le agregó a la cerveza uno de sus ingredientes principales: el lúpulo. EL lúpulo fue agregado hasta finales del siglo XV, cuando se generalizó su uso. Al añadir lúpulo a la cerveza, este detiene su descomposición y permite una mayor duración. Y bien, ¿Antes del lúpulo que era agregado a la cerveza? Pues el llamado ingrediente olvidado, el gruit.

El gruit es una antigua mezcla de hierbas utilizada en la Edad Media (antes de la aparición del lúpulo) para dar sabor y aromas a la cerveza. De la misma forma, algunas de estas plantas ayudan en su conservación debido a algunas de sus propiedades. Se indica antiguamente que eran tres hierbas principales las que componían el gruit: Milenrama, Artemisa y Mirto del Pantano o Dulce Viento. Al mismo tiempo los agricultores introducían en la composición otras hierbas, raíces, frutos, etc., para producir sabores únicos y otros aromas que hacían muy peculiares las cervezas. Entre estos adjuntos añadían romero silvestre, enebro, salvia, regaliz, jengibre, canela, nuez, etc.

A raíz de que surgió una gran de esta dependencia del gruit se  impusieron regulaciones fiscales por su uso, lo cual llevó al uso del lúpulo pero prontamente se dieron cuenta de que también el lúpulo le da más estabilidad a la cerveza y un mayor tiempo de vida. Esto se traduce en que la cerveza se  convirtiera en importante objeto de comercio.

El rey Wenceslao I de Bohemia en el siglo XIII estableció la pena de muerte para quien cortase esquejes de lúpulo que pudieran ser exportados y plantados, todo esto para preservar y cuidar la calidad del lúpulo en otros países. Ya para el siglo XV, se formaron los gremios cerveceros que eligieron como patrón al fabuloso Rey Gambrinus (un héroe de leyendas europeas y un icono de la cerveza y de su fabricación).

Se sabe que los alemanes poseían cerca de 500 claustros en los cuales se elaboraba y comercializaba la cerveza. ¿Pero por qué los monjes comenzaron a elaborar cerveza en los monasterios? Varias son las razones pero las principales eran como:

•  El agua era insalubre por lo tanto era mejor beber cerveza que agua
• La cerveza es una bebida nutritiva y es una excelente bebida para tiempos de ayuno
• Vendiendo esta bebida podían obtener recursos para la manutención del mismo monasterio.

Alemania ha sido un país de gran importancia porque influenció mucho en la cerveza moderna, hoy en día aún cuentan con la "Ley de la Pureza" (Reinheitsgebot en alemán), promulgada el 23 de abril de  1516 por el duque bávaro Guillermo IV de Orange, esta ley  obliga a producir la bebida con cebada malteada, agua, lúpulo y levadura (se cree que es la primera regulación legal de un alimento en la historia).

El emperador Otón II otorga a la ciudad de Lieja, Bélgica la primera licencia que se conoce para fabricación de cerveza, iniciándose así el prestigio que universalmente han conseguido las cervezas belgas. Esta tradición se enriquece con las cervezas "Trappist" o "trapenses", elaboradas en los monasterios de la Orden de la Trapa con unas excepcionales normas de calidad, todas las cervezas trapenses son de fermentación alta, y generalmente acondicionadas en botella, generalmente de alta graduación alcohólica (entre 6^o a 12^o de alcohol) con tonalidades que van del cobrizo al negro y un sabor que suele ser más pronunciado por su amargor.

De esta forma la cerveza se va asemejando más a lo que hoy día bebemos, todo esto derivado de grandes acontecimientos de guerras, costumbres e intercambio de cultura durante la época del “oscurantismo”, esas viejas recetas perfeccionadas por los monjes.

Como vemos la Edad Media fue una época de crecimiento y proliferación de la cerveza para muchos países europeos, al menos así ocurrió para esta bebida. Se adoptó la tradición cervecera y la hicieron suya para siempre. Hoy día podemos probar muchos de los estilos que se originaron en aquellos tiempos de la edad media. No es difícil encontrarnos en la actualidad en otras regiones o partes del mundo con cerveceros que basan sus estilos en antiguas recetas y aun igual de interesante el éxito comercial que tienen.